El Encuentro Luis Vidales había terminado y las charlas en el teatro se trasladaron a un café en las afueras de Calarcá. El paso del tinto a cervezas, aguardiente y pizza también había llevado la conversación al tema del próximo encuentro, autores marginales. Muertos, vivos, fuera del canon, dentro del canon, de pose, de estilo de vida, de convicciones literarias, reñidos con el mercado. Reconocí algunos pero, aparte de Andrés Caicedo, ningún otro colombiano. Pedí nombres y comenzó una corta discusión que terminó con alguien mencionando a Hernán Hoyos. Pregunté quién era. Me dijeron que había publicado más de cuarenta libros entre finales de los cincuenta y mediados de los ochenta. Que era un genio indiscutible de los títulos: Sin calzones llegó la desconocida, Se me paró el negocio, El club del beso negro, Frentenalga y careculo, 008 contra Sancocho,La colegiala. Que le llamaban el pornógrafo de Cali, que acuñó el término sexo ficción, que fue el hombre orquesta de la producción literaria: escritor, diseñador, editor y distribuidor. Y poco más. ¿Alguien sabía si vivía, seguía escribiendo, se conseguían sus libros? Juan Guillermo Caicedo sacó un celular y la noche terminó con seis cabezas tiradas encima de un smartphone viendo un documental enYoutube: Hernán Hoyos, un escritor de mala reputación.
Pasé por todas las librerías de Armenia al día siguiente, ningún título de Hoyos. Me recomendaron ir a Cali y buscar en las de segunda mano. No podía creerlo. En el documental se mencionaba que había vendido más de quinientos mil ejemplares. ¿Ninguna editorial de circulación nacional lo había publicado? Regresé a Ecuador, retomé un proyecto que llevaba años discutiendo, una editorial que reeditaría a clásicos (ecuatorianos) olvidados o relegados y que, en algún momento, había pensado en reeditar a autores de todo el continente. Mencioné a Hoyos. ¿Y si lo publicamos? Cinco meses después de haber oído hablar de él por primera vez −recibir abundante ayuda para dar con su teléfono y libros, contratar a alguien para que transcribiera 008 contra Sancocho, leerlo, calibrar el interés del autor en ser reeditado, rastrear internet para encontrar notas, perfiles y más videos− , fui a Cali para firmar un contrato.
Mírelo aquí: El pornógrafo de Cali
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